Después de la playita, fuimos a Pamukale a ver las piscinas naturales de cal, una de las fotos esas impresionantes que todo el mundo ha visto alguna vez, y no sabe si es nieve o qué es.
Llegamos al pueblo por la tarde, así que decidimos ir a los travertinos ya al día siguiente, esa tarde nos bañamos en la pisci del hotel y luego salimos a dar un paseo, vimos la montaña blanca y alucinamos. También estuvimos haciendo fotos tontas con las iniciales, otra cosa que nos habían enseñado las coreanas.
Y aunque es un pueblecillo, todavía encontramos la discoteca y nos tomamos algo con una excursión de teenagers total.
Por la mañana fuimos a los travertinos lo primero de todo y es que es impresionante, las fotos hablan por sí solas. Había millones de rusas haciéndose fotos sexies en las piscina, jeje, pero nosotros nos hicimos fotos más normalitas.
Después nos fuimos a la antigua piscina, conocida popularmente como el baño de Cleopatra, que es una piscina con aguas termales a 36 grados y ruinas dentro. La verdad es que un capricho total, se estaba muy a gusto, aunque había gentecilla no estaba lleno, porque hay que pagar otra entrada para la piscina.
Y después del bañito, muy relajados, nos fuimos a ver las ruinas de la Hierápolis, que son bastante impresionantes, y nos encontramos a nuestras amigas coreanas.
Y por último, después del día súper bueno, aunque hacía mucho calor, nos fuimos otra vez a bañarnos y a bajar por los travertinos.
No cuento mucho en este post, pero es que las imágenes hablan por sí solas, es un sitio súper especial, al menos yo no había visto nunca nada parecido.