Lo primero, Eli me recordó que no había dicho nada sobre nuestro hotel en Siem Reap, y eso que era un capricho total, lujo asiático, jeje (Alberto lo había encontrado con un super descuento y creo que pagamos unos 20 dólares por habitación y noche). Estaba un poco perdido, pero dicen que en tuc tuc por dos dólares te llevan, y el propio hotel te pone un tuc tuc al día para acercarte al centro. A mí Siem Reap no me llamó mucho la atención, para ser honestos, le vi poco encanto, así que tener el hotel un poco apartado y a cambio el relax absoluto, después de la visita a los templos, se agradecía mucho. Yo lo super recomiendo, bonito jardín, con piscinita chula, desayuno muy reponedor y cenitas buenas. Se llama Areca Angkor Boutique Villa, tiene poquitas habitaciones, son super detallistas, es precioso y desde allí creo que también conseguían un conductor para el día en los templos bastante bien de precio, nosotros como ya teníamos no hicimos mucho caso, y ellos lo dijeron por encima, no es que te intenten vender nada.
Desde Siem Reap cogimos un minibus a Phnom Penh, tardamos unas 6 horas, viaje sin aventuras reseñables, paraba en la oficina de la compañía, que está en el río y a unos 10 minutos del albergue en el que nos quedamos, el Velkommen Backpackers (vaya cambio eh, de hotel de lujo a albergue, jeje) que estaba en buena zona y bastante decente, estuvimos muy cómodos allí también, en una habitación grande los cinco, y es muy barato, así que para más.
Esa tarde dimos un paseo por la ciudad, por el riverside, que tienen las banderas de todos los países y poco más. Bueno, también fuimos a tomar algo a una de las terrazas de un hotel del riverside y en la recepción tenían un jamón ibérico, pero no lo probamos, snif snif.
Al día siguiente cuando nos levantamos, nos fuimos a ver el museo nacional, la verdad que muy mono, tenía muchas esculturas de época pre-angkoriana, angkoriana y post-angkoriana, jeje.
Luego fuimos al museo del genocidio, era una antigua escuela que se convirtió en un campo de concentración de los khemeres rojos. Eli ya había estado en Auswitch en Polonia como yo, y prefirió directamente no entrar, yo entré pero duré poco, la verdad que son sitios que te revuelven el alma. Solo tomé una foto, porque me parece bastante morboso, pero bueno, que es de un cartel con las reglas que tenían en el campo, el resto (condiciones infrahumanas, torturas… os las podéis imaginar…)
También hicimos una visita rápida a Wath Phnom.
Y luego fuimos al Palacio Real, entre problemas de vestimenta y ganas, al final solo entramos Mar y yo, la verdad es que por dentro estaba mayoritariamente cerrado, pero es muy bonito, se nota la diferencia de presupuesto comparado con el palacio real de Tailandia, pero es también bastante suntuoso.
Y luego por la noche fuimos a cenar con Jose, un amigo de Alberto que vive en Phnom Penh, con su mujer, hijos y otros dos amigos españoles. Nos llevaron a un sitio muy bueno en el que se comía carne buenísima, en filetillos, no super troceada, que aquí es rarísimo. Espero que eso le quitase el ansia de «carnaca» que tenía Alberto. Y luego fuimos a tomar algo con ellos también.
Como en general Phnom Penh estaba teniendo poca aventura, jeje, cogimos un tuc tuc de vuelta al albergue cuando nos despedimos, y el pobre hombre que no tenía ni idea se perdió. Hay que tener en cuenta que nosotros le pedimos que nos llevase al Palacio Real, porque ya se veía que no se enteraba, pero él se puso en marcha y de golpe llegamos como a un almacén y mira para atrás, en plan: ¿aquí?, yo le dije que continuase, al final, paró a preguntar a alguien que parecía que nos había entendido con lo de Royal Palace, y el del tuc tuc nos llevó al «Royal Palace Hotel», super lejos del nuestro, en fin… Al final en ese hotel le consiguieron explicar al hombre donde íbamos y nos llevó. Inmortalicé un momento del tuc tuc, las caras de estos lo dicen todo, jeje.
Aaaah, y por último, en la post office tenían un mapa del mundo, y yo que soy una inculta total me quedé alucinada, yo pensaba que el mapamundi era igual para todos, pero no, en Asia obviamente se ponen ellos en el centro, igual que nosotros ponemos a Europa en el centro, tiene sentido, no?
El nuevo mapa me encanta, yo quiero uno para casa, para no sentirnos tan el centro del mundo, y porque nunca hubiera pensado que Rusia era taaaaan grande, no sé si se aprecia bien en la foto.
Muuua
2 respuestas a «Phnom Penh»
Voy a resultar un tanto pedante con mi post, aviso.
Rusia es muy grande pero en los mapa mundi no esta todo a la misma escala, sino que segun nos vamos acercando a los polos la escala se va agrandando. Por eso rusia o groenlandia se ven gigantescas, y africa al estar en el ecuador relativamente pequeña. Para comparar Los tamaños reales tienes que obsevar un globo terraqueo.
Besitos
Pues sí, tienes razón, un poco pedante, jejeje.
No, no lo sabía, pero tiene sentido. También había visto el mapa que dice que los países africanos son mucho más grandes, pero desde nuestra visión no lo parece, miraré un globo bien para fijarme en las perspectivas, jeje.