Para ir de Hoi An a Hue cogimos el open bus, que es ese autobús que recorre Vietnam de sur a norte y en el que te bajas y te subes cuando quieres. En la parada conocimos a Muner, un chico de Cadaqués súuuuper majo. Yo aluciné con el bus, porque es un sleeping bus, es decir, un autobús para dormir, y vas tumbado, un lujo total, yo dormí las 4 horas, jeje, para hacer honor al nombre.
Nos recogieron en una oficina y nos dejaron en otra, de centro a centro, así que debo desmentir mi teoría de que el mal recuerdo de Alberto fue por coger un autobús de esos, el viaje estuvo fenomenal.
Al bajarnos del autocar, quedamos con Muner para cenar, por el día veríamos la ciudad imperial de Hue. Está dentro de la citadel, que es como el casco histórico, es un cuadrado total rodeado por un río, y dentro de esta pequeña ciudad, hay otra mini ciudad, que es lo que fue el palacio real.
Caminamos un montón ese día por la ciudad y por la noche quedamos a cenar con Muner, y no hice ni una foto, joooooooooo. En fin, lo pasamos muy bien, cenita, birras y mucha conversación. Él está de viaje por el sudeste asiático 4 meses disfrutando un montón. A la vuelta nos vemos por Barcelona seguro.
Al día siguiente, alquilamos una moto, porque desde Hue se pueden visitar muchos monumentos, tumbas reales… Cuando bajé a coger la moto, resulta que tenía marchas, solo un freno en las manos y otro en el pie. Yo no me veía capaz, pero la chica súper seria me explicaba todo, como si se aprendiese así en dos minutos, jeje. Cuando vino el jefe, me entendió mejor y me trajo una moto «normal», es decir, como la mía, jeje.
Al primer lugar que fuimos, fue al puente japonés, que es un puente con tejadito, nos costó encontrarlo, preguntando a paisanos y tal, pero al final llegamos.
Desayunamos en el puesto de una señora muy simpática, que se tomó el té con nosotros, y una amiga suya me leyó la mano, a mí esas cosas no me gustan mucho, pero tenía tan poca credibilidad, que no daba ni mal rollo, eso sí, la señora era monísima, jeje.
Luego fuimos a ver tumbas y monumentos varios, con la moto, súper divertido, yo tenía ya un poco de mono de moto, así que unas ganas… y los caminos eran lo mejor.
Fuimos también a la pagoda octogonal, que era casi de lo único que Alberto se acordaba de Hue de su otro viaje, y se hizo una foto en el mismo sitio, qué ilusión!
Y de vuelta a Hue, fuimos al mercado y a la pagoda más importante, que nos dejó poco impresionados, la verdad.
El día siguiente salía nuestro vuelo a Hanoi, y estábamos de día de relax total, fuimos para la zona de tiendecitas, porque yo quería comprar unos leggings, que los míos ya daban pena. Al final, en una tienda cutre total, entre, me probé unos leggings y los compré, seguimos el paseíllo… y a los diez minutos me di cuenta de que me había olvidado el bolso en el probador. Volvimos a la tienda y estaba cerrada!!!!!
Cerrada por la pausa para comer, así que todavía no cundió el pánico, porque además era una tienda cutre, a la que fácilmente no habría entrado nadie en esos minutos. Pero cuando una hora después, volvió la mujer y abrió… mi bolso no estaba, mi bolso con mi pasaporte, mi monedero con dni, tarjetas… Ella decía que otra clienta había entrado detrás de mí y se lo habría llevado, que ella no había visto nada. A mí me extrañó, yo no soy malpensada, pero ya era casualidad que hubiera entrado alguien y además fuera una choriza, en fin, esa mujer no me ofrecía confianza, pero claro, no podíamos hacer nada. Le dimos el teléfono y la dirección del hotel (aunque esa noche se suponía que ya no dormíamos allí) por si alguien se daba cuenta del valor y volvía a la tienda a devolverlo, en fin, por si era ella y lo quería devolver.
Y nos fuimos directos a la comisaría, a poner una denuncia y para ver si nos podían hacer un papel o algo para poder coger el vuelo esa noche, ya que en Hanoi en la embajada a lo mejor nos podrían ayudar.
En el aeropuerto, me dejaron volar, enseñé una fotocopia, preguntaron en otra compañía en la que ya habíamos volado, la denuncia de la policía… y un hombre de seguridad se apiadó de mí y firmó el ok.
Llegamos a Hanoi de noche y al día siguiente, a primerísima hora en la embajada. La chica me dijo que me podían hacer un salvoconducto, para que pudiese volver a España, pero yo no quería volver a España, yo quería seguir el viaje (China, India…), así que dijo que me podían hacer un pasaporte temporal por 6 meses y que con suerte llegaría en la valija diplomática del 28 de abril (se ve que mandan una cada quince días). En fin, para empezar, adiós al vuelo a Pekín, porque era el día 16, entonces, con el nuevo pasaporte tendría que ir a la embajada de China a hacer otra vez el visado, 4 o 5 días laborables más, pero es que entonces, nos dimos cuenta de que una de las condiciones para pedir el visado de China y también de la India, es que el pasaporte tenga una validez mayor a 6 meses, y eso no sería posible, porque tendría 5 y pico cuando llegase a mi poder. Crisis total, nervios, lloros… Tendría que volver a España, a Madrid, para conseguir un pasaporte nuevo y una visa nueva para China… Tendríamos que acortar el viaje, porque vamos justos de pasta, y serían mil euros solo en el billete de ida y vuelta, ida desde Vietnam y vuelta a China, en fin.
Súper disgusto, al salir de las dos embajadas, volvimos al hotel y llegó un e-mail del hotel de Hue, que alguien había llevado mi pasaporte y mi cartera con algunas tarjetas!!!!!! Milagro!!!!
Evidentemente solo pudo ser la señora de la tienda, porque ni en mi pasaporte, ni en mi cartera había ninguna señal de donde estábamos alojados. A la señora le debí dar tanta pena, que se lo pensó y devolvió eso, así que encima, aunque es una hija de p… le tengo que dar las gracias.
Los de recepción del hotel de Hue, súper amables, lo mandaron por autobús nocturno a Hanoi, y esta mañana, lo hemos recogido, yo con mil nervios hasta que lo he tenido en mis manos, en fin, ahora andaré todavía con más cuidado, no me había planteado lo valioso que era.
Recuento de mis pérdidas:
– La pasta, 100 euros y otros 100 aprox en moneda local.
– El móvil, así que estoy sin wasap, para cualquier cosa, escribidle a Alberto. Agregadlo a los grupos si me echáis de menos (me va a matar cuando lo lea, jeje, pero es temporal). Al menos tengo la tarjeta SIM.
– El bolso súper mono de la bici, recién comprado hecho a mano por una chica que lo estaba bordando y le dije que me lo guardase cuando lo tuviese acabado.
– Una tobillera y unos pendientitos de plata que llevaba guardados en el monedero.
– Mi única rebequita, la fucsia, mi favorita, que me regalaron las de Sant Feliu para un cumple hace años.
– Mi único pañuelito, blanco, que me regaló mi hermana en Begur.
– Y mi agenda!!! Parecerá una tontería, pero es casi lo peor, taaantas cosas en esa agenda… y todas las direcciones, así que si queréis postalita, mandadme la dirección, jeje.
– Muuuucha salud, por estos dos días de nervios y estrés, cancelando vuelo (ya arreglado), hoteles, tarjetas, buscando vuelos a España… Una pesadilla
Pero happy ending, hay cosas que me ha dolido perder, pero he recuperado lo más importante, mi pasaporte, dni, carnet de conducir, tarjetas de crédito, tarjetas sanitarias y dos fotos de mi padre y de mi abuela que no hubiera podido recuperar, en fin.
2 respuestas a «Hue, me han robado el bolso!!!!»
Son muchos años los que te conozco y no se como siempre sales airosa de todos tus grandes descuidos! Es como si tuvieras un angel de la guarda que te saca de los problemas en que te metes.
Piensa que lo que has recuperado vale muchisimo mas de lo que te han robado.
Ahora a seguir el viaje!
Me acordé de ti, porque me dirías lo de «como al final, lo recuperas, no aprendes», pero bueno. Tengo un ángel de la guardia, de eso estoy segurísima, o más de uno, incluso.