El tren nocturno estuvo genial, la verdad. Así que llegamos a Xian despejadísimos, pero no hacía muy buen día. Aprovechamos para ir por el centro y ver la drum tower y la bell tower, que debe ser que aquí hay en todas las ciudades, jeje.
Luego fuimos hacia el barrio musulmán, a pasear por las callecitas y comer algo. Visitamos también una casa tradicional y allí nos hicieron un show de marionetas, sencillito, pero estuvo gracioso. Son marionetas planas como las de Indonesia.
Y en la misma casa, nos hicieron otra cata de té, probamos 3 tipos, y la verdad es que estaban buenísimos todos.
Al día siguiente fuimos a ver los famosísimos guerreros de terracota de Xian, la verdad que el lugar donde están es gris y poco inspirador, tres pabellones enormes tipo polideportivo. La presentación seguramente se puede mejorar, pero los guerreros son impresionantes. ¿Cómo puede ser que desaparecieran tantos años? ¿Nadie se acordaba? ¿No había escritos? Es un poco como lo de Angkor, son miles de guerreros y no te explicas como simplemente se les acabó olvidando que existían o qué pasó.
Lo más impresionante del tema es que cada uno tiene la cara diferente, evidentemente para nosotros son todos chinos y no percibimos todas las diferencias, jeje, los vemos más o menos iguales a todos, pero si te fijas bien en un grupo, son completamente diferentes, e incluso los cuerpos. Se ve que cada uno estaba representando a un soldado real de la época, a uno con nombres y apellidos. Un trabajo brutal, sin moldes.
Además también hay caballos, se ve que carros enteros, y tenían armas. Estaban pensados con todos los detalles posibles, una pasada.
El camino para llegar a la puerta era guiriland total, y yo me vestí de chinita para hacer un vídeo y unas fotos, jejeje.
El último día en Xian, lo dedicamos a pasear y montar en tándem por la muralla. Hacia dentro estaba la ciudad «antigua», pero es que hacia fuera había rascacielos todo el tiempo hasta donde te llegaba la vista. Estamos alucinando con China, en Europa yo creo que no hay ninguna ciudad igual, y aquí llevamos ya tres, jeje.
Y por la tarde, un poquito más de barrio musulmán, con su zoco como Marruecos y todo.
Y yo descubrí que los botecitos que creía que eran de leche que había por todos los sitios, en realidad era una especie de yoghurt, riquísimos.
Y por supuesto, en Xian, comimos sus famosos dumplings, que son las empanadillas esas, buenísimas. También probamos otras cositas buenas, jeje.