Guangzhou

A ver, este es un post con dos partes, porque en Guangzhou estuvimos dos veces. Jaime vive en Guangzhou, pero el pobre va súper estresado y no había podido ver mucho de la ciudad todavía.

Lo primero que hicimos fue ir a casa de Jaime, conocer a sus compis, echar un vino y un poquito de jamón, ñam ñam, lo echábamos de menos. Luego fuimos a comer con sus compis a un restaurante guay, primera prueba para el tema palillos, jeje.

Así que el primer día fue para hacer turismo a tope. Fuimos por el centro a ver la Canton tower, que por la noche la iluminan y es todavía más bonita. Y Jaime nos enseñó el edificio donde trabaja, muy chuli.

Luego nos fuimos para la isla Shamian, que se supone que es lo más verde y lo más bonito, a ver, no es para tanto, pero bueno, un paseíto agradable, y nos fuimos para el centro, donde había millooooones de tiendas de las que a mí me gustan, de bolsas, de etiquetas… especializadas a tope, jeje. También había un montón de tiendas de comida, entramos en un mercado donde no vendían prácticamente nada reconocible, y una tienda de jamones!!!!!

Y fuimos hacia la catedral, que a Alberto y a mí nos sorprendió mucho, porque es de nivel de muchas europeas, hasta ahora, solo habíamos visto iglesias «cutrillas», incluidas las de Filipinas, y eso que ellos son muy devotos. También fuimos a ver una mezquita y un templo budista, jejeje, mestizaje power.

Y la mayor sorpresa, fue al querer volver al hotel. Resulta que los taxis no siempre te paran, y a veces cuesta coger un taxi, en fin, así que aunque Jaime se resistía, fuimos para el metro. Una vez allí entendimos porque Jaime no quería, estaba llenito y entramos a empujones, pero a empujón total, Sol casi se queda fuera, la pobre, jeje.

Así estábamos luego apretujados en el vagón.

Aquí acaba nuestra primera etapa en Guangzhou, pero al volver de Yangshuo, pasamos otro día todos allí. Esta vez fuimos para el mercado de las falsificaciones, alucinamos, porque son muchísimos edificios, con tiendas de todo tipo, Alberto y Jaime compraron ropita nueva, jeje.

Y acabamos tomando unos noodles riquísimos en un restaurante musulmán.

Luego los papis de Alberto se fueron, snif snif.

Y nos fuimos a ver a Jaime a su ensayo con la tuna. Estaban ensayando en el portal, más contentos, y algunos vecinos de público, jeje. Es una tuna muy original, porque hay un chino que toca la guitarra, un saxofonista ruso… Tuna ecléctica, jejeje.

Alberto y yo teníamos un par de días extras, queríamos ir a un sitio, pero estaba demasiado lejos y nos faltaba tiempo, yo además estaba un poco pachucha y con un orzuelo horrible, así que decidimos descansar y preparar un poco el viaje a India.

De esos días, destaco solo un evento al que fuimos, que era la rueda de prensa de un evento que se hará en Guangzhou en mayo, unas jornadas gastronómicas españolas, en las que algunas empresas españolas colaboran y se dan a conocer en el mercado chino. Colaboraban también los de turismo, y ellos fueron los que dieron los delantales, para que los asistentes los llevasen, y es que la gastronomía es una gran baza para fomentar el turismo en España, jeje.

Jaime en el escenario como el mago oficial de Guangzhou.

Jaime haciendo sus trucos entre los asistentes!!!

Y un chino amenizando con la guitarra española.

Ahora ya estamos en India, a ver qué tal, en breve os cuento!!!