Bueno, he tardado unos días en escribir, pero es que ahora somos 5 y cuando hay tanta gente, es difícil encontrar un rato de soledad para el blog. Pero este es ya el penúltimo post, en dos días acabamos el súper viaje, snif snif.
Nos alojamos en Selcuk para ir a ver Éfeso y no teníamos mucho más programado, así que al final estuvimos varios días aquí viendo diferentes lugares y descansando.
La primera noche quedamos para cenar y despedirnos de David, que estaba con las chicas canadienses del crucero, pero cuando llegamos al restaurante, nos encontramos con Kyu y Yena, las coreanas, todos reunidos!!!!
Y quedamos con ellas para al día siguiente ir a ver las ruinas de Éfeso, así que nos hicimos fotos chulis y nos enseñaron a hacer los videos geniales que ellas hacían con una aplicación del móvil.
También visitamos las ruinas de Selcuk, hicimos shopping, vimos como pintaban los boles típicos de Turquía… y sobre todo, el famosísimo templo de Artemisa, del que solo queda una columna, y creo que en reconstruida, en fin, jeje.
También fuimos a la playa un día, con Esther y las coreanas, pero entre que en el mar nos picó algo y que luego aparecieron un montón de escarabajos, no fue muy exitoso, jeje. Y quizás lo más bonito que vimos, fue Sirince, un pueblo muy cuco y famoso por el vino, aunque el vino no era muy bueno. Hemos tenido pocas experiencias con el vino en Turquía, pero siempre era de segunda.
Y por último nos fuimos el un día a Izmir, desde donde volamos para Estambul. Izmir está a solo una hora, pero es gran ciudad, como 5 millones de habitantes, la tercera de Turquía, fue un poco shock, después del relax total en Selcuk, pero bueno.
Disfrutamos de su paseo marítimo, terraceo, shopping y demás.
Foto copiada de una de Kyu, jeje, que tienen más ideas que nosotros.
Por fin probamos los mejillones con arroz, a mí, que no soy muy mejillonera, me encantaron.
Y ahora a por el último post y último destino del viaje, y con más visita, mi madre y mi tía Maite también han querido formar parte de la aventura.