Nuestra primera ciudad de la ruta más popular de Rajastán, fue Udaipur. Una ciudad alrededor de un lago. Por el calor que tanto miedo nos daba, Alberto se sentó un día a reservar hoteles con aire acondicionado, y en Udaipur cogió una oferta en un hotel heritage precioso, el Jawat Nimas palace, rollo parador.
Desde la terraza del restaurante se veía todo el lago y los hoteles flotantes, como el de James Bond de Octopussy. Muy chuli y si mirabas para abajo, los ghats con la gente bañándose.
Una de las primeras cosas que visitamos fue un haveli, una casa tradicional que ahora tenía pequeñas colecciones dentro, muy curiosa. Tenía por ejemplo el turbante más grande del mundo y marionetas. Además allí al día siguiente fuimos a un espectáculo de danzas tradicionales súper chulo.
Después fuimos a ver el Jagdish temple, chulo pero lleno de palomas porque ofrecen granos (y hay que ir descalzo, que entre el calor y los granos que se clavan es un poco penitencia, jeje).
Luego fuimos a lo más famoso de Udaipur, que es el palacio real, y la verdad es que nos encantó. Cogimos un guía oficial en la puerta y nos hizo una visita entretenida e interesante.
En la fachada del palacio tenían un sol incrustado para que lo pudiese venerar la gente del pueblo, sin embargo ellos tenían un sol dentro, para no tener ni que salir.
Estas pinturas en las paredes eran recientes porque hacía pocos años habían celebrado la boda de una hija allí, pero tan bonitas…
Una de las cosas curiosas que nos explicó el guía, fue la de un antiguo caballero que para las batallas disfrazaba a su caballo de elefante poniéndole una trompa, porque así los elefantes mayores no lo atacarían, creyendo que se trataba de un baby elephant, jeje.
Otra cosa curiosa era la antigua oficina de correos, que eran las jaulas de las palomas mensajeras.
Una de las cosas que nos enseñó, también fue un murete que había abajo, ni idea de para qué era, pues era para un «juego» antiguo que hacían con elefantes, se ponía uno a cada lado y el que primero tocaba el muro con las piernas, perdía.
Desde los jardines del palacio real, cogimos un barco para cruzar a una de las islas del lago, la isla de Jagmandir, que en realidad es un hotel flotante, la verdad que súper bonito. Fuimos a ver la puesta de sol y a tomar algo, nos encantó. Y el hombre de al lado del lavabo, como le caímos bien nos enseñó toda la zona de spa, masajes, y súper de lujo, y nos acordamos de nuestros masajes de ayurveda…
Al día siguiente, hicimos un curso de cocina genial genial con Shashi, que es la reina de tripadvisor, jeje, tenía muy buenas opiniones y valía la mitad que el siguiente, además era en su casa y no en un hotel, así que ideal.
Shashi nos contó un poco su historia, muy interesante, ella es de la casta brama, que es muy alta, y enviudó con 31 años, no tenía dinero y por la casta a la que pertenece, no podía trabajar limpiando y tal, así que lavaba y planchaba ropa a escondidas. Además el primer año es de luto y no podía salir de casa. Lo mejor para criar a su familia, vamos.
La cosa es que un guiri que conocía y que había ido varias veces a su casa, le dio la idea de dar clases de cocina, ella no hablaba inglés, pero se puso las pilas y empezó a dar clases. Unas chicas australianas le escribieron el librillo de recetas y empezó a tener mucho éxito. Tanto que en temporada alta hace dos clases al día, siempre llenas. Ahora en Udaipur no había muchos guiris y Alberto y yo hicimos la clase solos. Simplemente nos encantó. Una de las motivaciones de volver a casa es poner en práctica las cosas que aprendimos a hacer, jeje. Así que haremos cenitas indias.
Haciendo la salsa base del curry, buenísimo.
Lo primero que hicimos fue pakora, en este caso de patata y cebolla. Es como una especie de tempura con harina de garbanzos. La habíamos comido en varios sitios, pero con diferencia esta fue la mejor. Además le hicimos una salsa de mango y otra de cilantro, deliciosas.
También hicimos un arroz. En India diferencian entre Biryani y Pilau, porque el primero tiene más arroz y el segundo más tropezones. Nosotros hicimos el segundo.
También hicimos dos curries, uno de paneer, que es como una especie de queso fresco que hacen ellos y otro de berenjenas. Y hemos aprendido también a hacer el queso, súper fácil.
Y también aprendimos a hacer panes indios, hicimos nan, que es nuestro favorito (que se hace con yogurt), chapati (que es el que más comen aquí, con harina más integral y agua) y paratha (que es con la base del chapati, pero muuuuucho aceite), incluso un paratha relleno de patata muy bueno, y un paratha con coco y azúcar glas de postre.
El nan con una salsa de tomate muy buena dentro y queso local.
Después le compramos un set de especias como el que tenía ella, porque nos encantó y así tenemos ordenaditas nuestras especias indias.
Os dejo un vídeo a lo Arguiñano.
http://youtu.be/GpUZfqZ_Q-U
Salimos del curso completamente empachados y necesitamos una buena siesta, madre mía que digestión. Y Shashi nos regañaba porque decía que no habíamos comido agua, que nos habíamos llenado bebiendo agua, jajaja.
Pero luego más tarde fuimos a ver el espectáculo de danzas den el Bagore Ki Haveli, y nos encantó. Varios números, muy variados, coloridos, divertidos, súper recomendable. Os dejo alguna foto.