Yangshuo

Por fin íbamos a un sitio un poco rural en China. Yangshuo es famoso por unas montañas espectaculares y por ser uno de los sitios más populares para ir en bici.
El tren nocturno, genial, como siempre, pero esta vez yo dormí poquito, en fin. Llegamos a Guilin y desde allí en la recepción de un hotel, contratamos la excursión en barco para ir a Yangshuo. El crucero fue súper chulo, un paisaje espectacular, y nos dijeron que pasaríamos por la imagen que sale en el billete de 20 yuanes, así que buscando el lugar como locos, jeje.

En el barco, nos hicieron fotos a tope, con la cero discreción que los caracteriza, era increíble, decíamos que entendíamos a los famosos con los papparazzis, pero Alberto, muy acertado, dijo que seguramente estos serían más discretos.

En el barco algunos chinos, sacaron sus mesas y sus sillas y se hicieron terraceo total, cómo se lo montan, jeje.

Con la famosa imagen!!!

Cuando llegamos a Yangshuo, había milloooooones de chinos y también algunos guiris, pero yo no sé como será Benidorm, pero cuantísima gente. Así que el sitio precioso, pero el pueblo destrozado por el turismo, nos costó encontrar el hotel, pero lo conseguimos.
Es en el sitio que seguramente peor hemos comido de China, mucha comida occidental, nada especialmente bueno, pero al menos, hemos vuelto a beber vinito, descubrimos un vino chino a precio razonable, que a mí me sabía a gloria, el «great wall».

Al día siguiente, alquilamos unas bicis y a una guía, Ping, majetona y hablaba inglés, qué más se puede pedir.

Nos llevó a hacer una ruta chulísima, aunque el último trozo a la vuelta estaba de obras mortal, pero bueno, y además cuando le pedimos que nos llevase a tomar algo, nos llevó a un sitio genial, con unas vistas…

La visita acabó en el Moon Hill, que es una montaña con un agujero, chuli chuli.

Llegamos matados, después de un día en bici y Sol un poco lesionada por una mini caída. Acabamos el día dándonos un masaje, pero a mí me baldó más que otra cosa.

Y por la noche, durante la cena, Alberto hizo una de las mejores fotos del viaje, le iba a hacer una foto a Alberto padre comiendo con los palillos (prometo que aunque por la foto no lo parezca, el dominio ya es total), cuando el trozo de comida cobró vida, jejeje.

Al día siguiente, cogimos un coche con conductor, para ir a un par de pueblecitos y a ver un puente. En una de las paradas, nos entretuvo más la manera de subir las barcas de bambú al coche que otra cosa. Ocho o nueve chinos con una manera metódica, pero arriesgada, impresionante.

El río estaba como en el descenso del Sella, llenito de gente, y es que de verdad que hay muuuuchos chinos.

Por la noche en la cena, Jaime se echó una amiguita monísima, la niña de la mesa de al lado, estuvieron hablando y se reía un montón, era una monada, encima al final, le regaló su muñequito a Jaime de recuerdo, y no le valía un no por respuesta.

El último día en Yangshuo nos lo tomamos con calma, teníamos que dejar el hotel a las 12, pero nuestro autobús nocturno no era hasta las 9. Así que no madrugamos y luego fuimos a dar un paseo por el pueblo, al parque y a una terracita, emocionados, porque por fin encontramos una calle tranquila y monísima, al lado de un canal y sin gente!!!!

Entonces aparecieron unas parejas a hacerse fotos, las chicas casi se matan con los tacones, y nosotros nos animamos y nos hicimos las fotos también, jejeje. ¡Qué pintas llevaban!

Para el autobús, Sol nos dio pastillas para dormir, yo como no había dormido en el tren de ida, no me lo pensé y me tomé mi media, pero a las tres paramos y tomé otra media, se suponía que todavía faltaban mínimo tres horas. Sin embargo, una hora y cuarto después, a las 4.15!!!!! llegamos a Guangzhou, yo estaba completamente dormida, llegamos hasta casa de Jaime y bajamos a los sofás del portal a dormir Alberto, Jaime y yo, otra vez vagabundos, jeje, yo no me hacía viva. Dormí mil horas, y eso que quien me conozca sabe que yo no soy de dormir (ironía total, jejeje)

En un par de días os pongo el post de Guangzhou, con nuestra primera toma de contacto y los últimos días de China, que ya nos queda nada por aquí, snif snif, de hecho hoy se han ido ya los papis de Alberto, snif snif.